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Estrés y salud mental


Los factores psicológicos, cognitivos, emocionales y motivacionales, propios de cada persona de acuerdo a su historia de vida personal y al ambiente sociocultural en que se ha desarrollado, influyen de manera decisiva tanto en el proceso de enfermarse como en la prevención de la enfermedad y el mantenimiento de la salud.

Las variables psicológicas inciden siempre, en alguna medida, directa o indirectamente, positiva o negativamente, en todos los trastornos y enfermedades, y no únicamente en los llamados psicosomáticos, por ejemplo la hipertensión, el dolor crónico, la gripe, las alergias, el cáncer, el asma, etc.

“La salud no debe ser entendida únicamente como ausencia de enfermedad, sino como algo positivo en sí mismo, un estado de bienestar físico, psíquico y social. Debe promocionarse mediante conductas adecuadas”.

Los individuos muy negativos y pesimistas tienden a desarrollar más síntomas somáticos y más enfermedades que los que no lo son o lo son en grado bajo”.

¿Cómo prevenir que el estrés afecte en demasía nuestro equilibrio físico y psíquico?

· Si una persona padece de dolores de cabeza no se trata de que se tome X medicina cada vez que le duele, sino de que averigüe por qué le duele la cabeza. En la medicina tradicional se ataca el síntoma más que la causa. Debemos afrontar nuestras dolencias y enfermedades con un enfoque holístico, donde busquemos las raíces del problema para manejarlo de la mejor forma e incluso eliminarlo.

· Come sano.

· Duerme en una habitación ventilada. Si has tenido un día muy tenso relájate primero; no te “obligues” a dormir.

· Aprende alguna técnica de relajación o meditación que puedas practicar diariamente.

· Pinta tu dormitorio, oficina u otro lugar en que necesites tranquilidad, con colores pasteles como el verde o el celeste, que ayudan a experimentar una sensación de paz.

· Pregúntate cómo estás confrontando los diversos problemas y dificultades que la vida te presenta.

· Mientras trabajas (en la casa u oficina) pon música relajante.

· Dedica algún momento de cada día para tí misma (o).

· Haz algún tipo de ejercicio aeróbico como caminar o nadar con regularidad. Cualquier ejercicio que practiques debe ser agradable y no implicar un sacrificio.

“Muchos sentimos que quedan tan poco días de clases, pero a la vez tantas cosas por hacer… A ver si tomamos estos consejos y terminamos de buena forma lo que queda de año académico”

Mucho ánimo y éxito!!

Vanesa Valenzuela Carrera

Tutora Ayudante, Psicología de la Salud